miércoles, 3 de octubre de 2012

Leguibajón



Una imagen que se repite: el lamento del delantero. Desde que llegó al Rojo no pudo lograr un buen rendimiento.

 Por Favio Verona

¿Por qué Leguizamón no es el de Arsenal? Mal en lo físico y mental, su titularidad hoy no está confirmada.

Las credenciales e insignias de alto rango que supo ostentar en Arsenal parecían presagiar buenos augurios.

Luciano Leguizamón fue una de las incorporaciones de mayor fuste que realizó Independiente, pero hasta el momento sus actuaciones sólo condujeron a los caminos de la decepción.

A pesar de que jugó con constancia, el delantero aún no logró amalgamarse al equipo y en más de una oportunidad atribuyó su bajo rendimiento a cuestiones de índole físico. 

“Durante el receso estuve en mi casa de Entre Ríos analizando todas los ofrecimientos y me entrené por mi cuenta. Estoy mejorando de a poco pero voy a estar bien cuando complete una pretemporada, que para mí son fundamentales. Me hubiese gustado prepararme de otra forma”, había dicho al inicio del semestre.

Apenas desembarcó en Independiente, Américo Gallego decidió someterlo a una mini-pretemporada para que se pusiera a tono, pero todavía no está al 100% de su condición física y deberá aguardar hasta la finalización del torneo para poder realizar trabajos de alta intensidad.

“Cuando llegó estaba mal porque no se entrenó bien en el receso. No es lo mismo trabajar con un plantel que hacerlo solo, los niveles de exigencia suelen ser mucho menores. Ahora va a ser difícil recuperar el tiempo perdido. Si bien está mucho mejor que cuando llegó, todavía le falta. Igualmente no creemos que su condición física sea un impedimento en este momento. Se trata más de una cuestión anímica. Necesita tener un buen partido para empezar a ganar confianza y después seguramente va a levantar”, le comentó un integrante del cuerpo técnico a Olé .

Sin embargo, su bajo rendimiento no se circunscribe únicamente a su condición física o a las inconstancias de su sinuoso estado anímico.

“Sé que puedo dar mucho más futbolísticamente. Es fácil jugar con Farías arriba y a mí me gusta moverme por todo el frente de ataque. Mi objetivo es mejorar lo que hice en Arsenal”, había explicado el punta, que esta vez, ante el pedido de Olé , evitó formular declaraciones.

Lo cierto es que aquella versión de delantero rápido, dinámico, certero, explosivo, desequilibrante y capaz de dejar rivales en el camino para fabricar espacios que supo exponer en Arsenal aún no se traspoló a Independiente.

En el Rojo tuvo pocas chances de gol y no logró sacar rédito de la pelota parada, una de sus cartas predilectas: todos sus tiros libres se fueron desviados.

Con Vidal, Rosales y Benítez mordiéndole la oreja, la titularidad de Leguizamón pende de un hilo.



Fuente Olé

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