En apenas tres días el Tolo pasó de decir "Ni
mamado me voy al descenso con este plantel" a "Hay que empezar a
sumar"; el DT está preocupado por el ánimo del grupo.
Por Juan Manuel Raimundo
El Tolo Gallego, en la Bombonera | Fernando Massobrio -
LA NACION
Cómo si se tratase de un golpe más profundo que una
derrota , Independiente, o para ser más exactos, su entrenador, Américo
Gallego, que tenía una estrategia de rehuir al tema del descenso, no tuvo más
remedio que aceptar la realidad.
Esa posición rígida en la que las dificultades
con el promedio no iban a formar parte de su diccionario, ayer para el DT
cambió radicalmente.
En la Bombonera no le quedó más alternativa que empezar a
reconocer las urgencias y las limitaciones para emerger de una zona donde el
aire es denso y no es tan sencillo respirar.
"Ni mamado me voy al descenso con este
plantel", había dicho desafiante el Tolo, en la conferencia de prensa del
viernes pasado. De esa tónica en la que la amenaza de perder la categoría no lo
preocupaba pasó, en apenas un par de días, a construir un mensaje más cauteloso
y sincero:
"Estamos cada vez más abajo sin resultados. Si éste era un
partido para ganarlo y había presión, lo que va a ser contra All Boys... Hay
que empezar a sacar puntos".
No es fácil la empresa que tienen por delante los
Rojos. Los números lo atormentan. La calculadora no tiene respiro y Boca se
encargó de ponerle un pie más sobre la cabeza. Es que mira la tabla del
descenso, está en el último escalón y ese 1,120 de promedio no le permite ver
con claridad el contexto.
Por eso el discurso del técnico es tan ambiguo y
hasta contradictorio: "No me voy contento. Le jugamos de igual a igual a
Boca, uno de lo mejores. Con jugadores trabajando hace tres años, con buen
recambio. Independiente hizo lo suyo pero cuando nos equivocamos, la sacamos
del medio. Vamos a pelear, los cambios fueron para mejorar. Y ni qué hablar de
los lesionados que tenemos. Cinco amarillas Morel, Tula no va a estar en la
próxima fecha. Es hora de que empiece a poner a algunos de los chicos que piden
cancha. Y trabajar, como siempre".
Está claro que para Independiente la lucha será muy
intensa. Acumula frustraciones y las estadísticas se encargan de darle
cachetazo tras cachetazo. Necesita imperiosamente sumar de a tres, no sólo para
engrosar sus números, sino para salir del pozo en el que cayó y que muestra que
ayer igualó su peor racha negativa sin triunfos, tras encadenar 14 partidos sin
éxitos en torneos locales.
El registro anterior sin victorias fue en el
Clausura 2002, cuando sumó 6 empates y 8 derrotas.
Casualmente, en el arranque
del Apertura 2002, con Gallego como DT se cortó la sequía, cuando venció a
Lanús (2-0), lo que sirvió como el primer escalón para la última consagración
de los Rojos en el fútbol doméstico.
Sabe el técnico de Independiente que la caída de ayer
en la Bombonera es un duro traspié del que no será sencillo reponerse.
Incluso,
perdió a uno de sus hombres en la defensa: Cristian Tula, que se retiró
lesionado (con un desgarro en el isquiotibial izquierdo).
Más allá de esos
contratiempos, Gallego intentó buscar un costado positivo y fue crítico en el
análisis del juego: "Hay un crecimiento en algunos jugadores, como
Ferreyra y Battión. Vamos a trabajar en esta semana, tuvimos problemas en los
laterales con Silva y Viatri, que cubren bien la pelota. Perdimos por errores
que cometimos. No tuvimos posibilidades, más allá de las del primer tiempo del
Tecla, Rosales de cabeza y una de Leguizamón que tapó Ustari. Es muy difícil el
momento, no quiero hablar con los jugadores porque están caídos. Empieza una
semana dura".
Es tan complejo el momento, que ese exultante Gallego
que suele mostrarse, el que desembarcó en Avellaneda con el pecho hinchado,
ayer, en la Bombonera, apenas si pudo ajustar un discurso que tuviera una gota
de calma ante tanta tensión: "No pudimos sumar cuando otros equipos
pierden. Y la verdad es que vemos la tabla... Pero bueno, falta mucho todavía.
Me preocupa lo anímico, algunos jugadores se caen. Hay que ser un grupo,
cuidarse entre todos. Hicimos un análisis del primer tiempo y prometimos una
cosa, pasarlos por arriba y presionar en el segundo, y nos hacen un gol al
minuto... No hay mago para eso".
Y está claro que el Tolo Gallego no parece encontrar ni
la pócima ni el artilugio necesarios para torcer el rumbo de un Independiente
que se hunde en los promedios.
Fuente Cancha llena
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.