El sistema
Sabed, que identifica a los hinchas por su impresión dactilar, debuttó el
sábado y dejó a 25 barras de Estudiantes afuera; se volverá a utilizar en
River-San Lorenzo; ¿el problema? los dirigentes no ayudan con el derecho de
admisión. Por Carlos Beer
Cristina y
Grondona, durante la presentación del sistema - Archivo
No es un
paso enorme, pero aunque más no sea representa un pasito por el buen camino.
En
estos tiempos donde la lucha contra la violencia parece una batalla perdida,
que aparezca un elemento que colabore en esta causa resulta, cuanto menos,
alentador.
Pocos días antes de que empiece el torneo Inicial, la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner anunció con bombos y platillos la creación del
Sistema de Acceso Biométrico a Espectáculos Deportivos (Sabed) tras la firma de
un convenio con el titular de la Asociación del Fútbol Argentino, Julio
Grondona, y del ministro Florencio Randazzo por el gobierno nacional. El vaso
medio vacío dirá que la puesta en marcha del sistema tardó más de lo previsto y
comenzó con menos fuerza de lo prometido. El vaso medio lleno mostrará que en
su presentación, en un partido de la 3era fecha del campeonato, 25 barrabravas
quedaron fuera de un partido.
El sábado
pasado, en el Nuevo Gasómetro, se utilizaron 24 máquinas destinadas a controlar
el acceso de la gente a través de sus huellas dactilares y el cotejo de sus
antecedentes. Los resultados fueron positivos: 25 hinchas de Estudiantes, entre
ellos su líder, Omar "Morsa" Montero, no pudieron ingresar en la
cancha para ver el partido por aparecer en la lista con derecho de admisión
pedida por el club platense a la Unidad de Coordinación de Seguridad y
Prevención de la Violencia en Espectáculos Futbolísticos (Ucpevef), dependiente
del Ministerio de Seguridad que preside Nilda Garré.
Aquí aparece
un punto clave y que esta vez no es exigible de manera directa al gobierno,
pese a que la lucha contra la violencia, como sucede en todo el mundo, debe
estar encabezada por el Estado. El segundo partido en la aplicación del Sabed
será River vs. San Lorenzo, que se medirán pasado mañana, en el Monumental.
Pero existe un problema que ya lleva años sin resolver: la entrega de las
listas para prohibir el ingreso de los violentos en las canchas argentinas. En
la Capital, River es el único club que colabora en este sentido, aunque de una
forma demasiado sugestiva: solamente prohíbe el ingreso de la facción La Banda
del Oeste, pero no aparece nadie de Los Borrachos del Tablón.
Aún así es
más que lo que hace San Lorenzo, su próximo rival, que no colabora con ningún
nombre. Es más: en su momento había aportado el nombre de cuatro barrabravas
que habían apretado a Jonathan Bottinelli en un entrenamiento, pero luego los
sacó de la nómina.
Boca, pese a
que tiene su barra brava dividida, tampoco entrega listas para negarles el
acceso a los violentos. A esta situación, se agrega, paradojicamente, que ni
los organismos de seguridad de la Ciudad ni los de la Nación están facultados
para presentar una lista con derecho de admisión, a diferencia de lo que sí
sucede en la provincia de Buenos Aires, donde anteriormente el Coprosede y
ahora la flamante agencia Aprevide tienen esa potestad. Entonces, acá todo
depende de la voluntad de los clubes.
La
operatividad del nuevo sistema sacó más que un aprobado en su debut en el Nuevo
Gasómetro. "Hubo una buena aceptación de la gente, que era uno de nuestros
máximos temores. Y todo se realizó con rapidez y sin ningún tipo de
inconvenientes", confió una destacada fuente de seguridad en el fútbol. La
velocidad del sistema, uno de los temores previos, no causó inconvenientes:
cada persona tardó tres segundos en apoyar su dedo y ser admitido o denegado
por la máquina que le toma la huella dactilar.
Igualmente,
para que el Sabed sea de aplicación efectiva en todos los partidos de una
fecha, con la prestación de las 100 máquinas anunciadas por la presidenta,
quedan varios pasos por caminar. El cargado de la base de datos es un
inconveniente en cuanto a la celeridad: ahí comienzan a aparecer los problemas
que muestra el sistema judicial de nuestro país. Además, todavía se siguen
comprobando algunas fallas tecnológicas, tal como sucedió el día de la
presentación en la Casa de Gobierno, cuando Cristina Fernández colocó en
reiteradas ocasiones su dedo en la computadora que debía identificarla mediante
sus huellas dactilares y, sorpresivamente, sus datos no aparecieron en el
sistema computarizado.
Más allá del
ensayo realizado en el Nuevo Gasómetro, la primera gran prueba se efectuará en
el clásico de pasado mañana, nuevamente con la utilización de 24 aparatos. La
mira estará puesta en mayor medida en los accesos populares, aunque también
habrá controles especiales en las entradas a las plateas altas. De nuevo se
palpará la respuesta de la gente y si la operatividad de esta tecnología en un
partido de alto riesgo como lo será River-San Lorenzo no provoca demoras y
complicaciones.
Igualmente,
el tema central será tener una adecuada lista de derecho de admisión y para eso
será indispensable contar con la colaboración de los clubes. Ese es el Talón de
Aquiles que siempre tuvo cualquier intento de lucha contra la violencia en el
fútbol, ya que no hay colaboración de la mayoría de los clubes. De nuevo
aparece la convivencia dirigencial con los barrabravas como mayor inconveniente
en la materia. Y eso no se soluciona con ninguna ayuda tecnológica, por más
moderna y productiva que sea.
Fuente
CanchaLlena
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.