Escrito por Cristian Fernandez
Jonathan
Santana, uno de los nuevos refuerzos de Independiente, desparramó su dinámica y
su garra en la Primera B, en equipos grandes de la Argentina, en Alemania, en
Turquía y en Paraguay, Selección con la que jugó un Mundial.
Sus aspectos
personales son como su vida en el fútbol. Nació en Buenos Aires, Argentina, el
día 19/10/1981 pero sus raíces y el destino lo llevaron a nacionalizarse y defender
los colores de la Selección de Paraguay. Atravesó momentos difíciles y,
también, el globo terráqueo.
Hizo
inferiores en San Telmo y, más tarde, debutó en el fútbol grande en la Primera
B con la camiseta del Candombero en 1998. Dos años más tarde, en 2000, se da su
arribo al club Almagro y de ahí su primer salto grande. Sí, en 2001 se probaba
los colores del Ciclón.
Con San
Lorenzo en 2001 alzaría la Copa Mercosur. Sin embargo, le llegaría una nueva
etapa, distinta, pero no por eso menos atractiva. Nueva Chicago en Primera
División. Fue un año, de 2002 a 2003 en el que vivió momentos fuertes. Uno
fue pelear y lograr la permanencia en el fútbol grande. La otra, la más dura de
todas, pelear por su vida.
Santana
conducía su automóvil y recibió tres balazos de un arma calibre 22 que le propinaron un par de delincuentes y que lo
mantuvo en vilo hasta que logró recuperarse.
En 2003,
volvió a San Lorenzo de Almagro. En esta oportunidad y tras dos años de
calzarse la casaca del Ciclón, es River Plate el que deposita su confianza
en el volante. Claro está que su rendimiento le dio la chance del salto
económico. Llegaba la oportunidad de Europa.
El conjunto
alemán, Wolfsburgo, posó su interés en el volante central y lo compró.
Fueron tres años en la Bundesliga. Con el equipo en el que también jugó el
Granadero Klimowicz, obtuvo la liga local 2008/09. Justamente, en 2009 se dio
un breve préstamo en San Lorenzo. Sí, era la tercera vez que se vestía de
Cuervo. Claro está que su último paso fue muy escueto y seis meses después
volvería a Alemania.
En 2010
Wolfsburgo le vende el pase del volante al Kayserispor de Turquía. En el fútbol turco también duró un año y, más
tarde, se instaló en Libertad de Paraguay. Lo pidió Jorge Burruchaga
para su equipo, el Tata Martino lo convocó casi siempre para la Selección y
también lo quiso tener en Newell´s. La pulseada la ganó el Rojo, no sólo por la
oferta y la propuesta, sino porque en el corazón del volante la llama sigue
prendida y alienta a Independiente.
Con la
Selección de Paraguay jugó una buena cantidad de partidos y, además, contó
con la increíble sensación de participar del Mundial de Sudáfrica 2010.
Casi todos sus partidos con el Seleccionado fueron con Gerardo Martino como DT.
Sú único gol fue en un amistoso ante Panamá que finalizó 1-0 para los
guaraníes.
Sin dudas
que al presentar esta trayectoria se fundamenta mucho más que el título que
llevan estas líneas, sino que también habla de experiencia, confianza, dedicación
y profesionalismo.
Fuente Infierno Rojo
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