La nada misma
Escrito por: Lucas Sawczuk @lucassawczuk
Que faltan 40 partidos, que la psicosis, que la entrega, que
la mejora partido a partido, que…basta.
Basta de seguir mirando para el costado y no aceptar el
horroroso presente por el que transitamos.
Independiente sigue dando pena dentro del campo de juego y
parece que ni el DT, ni los jugadores, se hacen cargo de sus limitaciones.
Ernesto Farías fue el único que se mostró a disgusto por la
situación calamitosa del equipo…pobre “Tecla”, debe estar pensando qué hizo
para merecer este castigo.
En Avellaneda, y contra el peor San Lorenzo de la historia,
Independiente fue una verdadera banda. No hubo fútbol, ni precisión, ni
compromiso por ir a buscar los tres puntos.
Reitero: contra el
peor “Ciclón” de todos. “El Rojo” fue un cúmulo de bostezos, fue una verdadera
burla a su rica historia.
Prácticamente no atacó, y faltando cinco minutos, su arquero
se dedicó a hacer tiempo en vez de buscar una contra como variante.
Claro, a favor de Hilario Navarro cuenta que ocho de sus
nueve compañeros (ya sin Julián Velázquez, expulsado infantilmente) estaban
apenas unos metros delante suyo y Farías, sólo contra los defensores rivales.
Nos merecemos este presente tristísimo por muchas razones.
Sabiendo los robos y errores dirigenciales, nos dejamos
estar como hinchas y permitimos que nos despojen la identidad.
Recuperarla llevará su tiempo.
Y para peor, no habrá estabilidad futbolística para
encontrarse con la historia.
Además del pésimo momento deportivo (sumado a la gran crisis
económica), el próximo torneo tendremos que rebajarnos a estar pendientes de
resultados ajenos.
Esto hicieron de Independiente…y desde el banco y la cancha,
nadie parece ayudarlo.
Lo del equipo fue tan triste como el presente. No tuvo alma,
no tuvo huevos para ir a buscar el partido, para ganarlo. San Lorenzo, el muy
limitado San Lorenzo, ganó la mayoría de las jugadas divididas.
El técnico declara tan mal como dirige y así Independiente
se hunde en una burbuja llena de ceguedad, que no permite ver las desidias de
este momento cruel. “El equipo volvió a ser”, dijo el DT…sí, Cristian querido,
volvió a ser impresentable. El propio entrenador dijo que tenía la fórmula para
levantar al equipo: era la limpieza del plantel.
Pero no se animó, y así le va.
Díaz está preso de sus caprichos, no se da cuenta (o no
quiere), ver que el presente nos carcome el futuro. Al técnico le están
fallando las perspectivas. No se entiende cómo él pretende ver mejoras en el
equipo cuando está a la vista de todo el mundo que fue un desastre.
Algunos futbolistas, despreocupados, hasta se dan el lujo de
salir de joda en la semana…total el DT pasa los entrenamientos para la tarde y
las mañanas quedan para recuperar el mínimo de piernas que tienen.
Así está Independiente, le toman el pelo día a día y el
lunes, en vez de juntarse al menos para evaluar los horrores cometidos ante San
Lorenzo, tendrán la jornada libre.
Sería bueno que la dirigencia tome cartas en el asunto y sea
la que elija los refuerzos, la que ponga los puntos, la que haga una
evaluación, pero bien seria, acerca del futuro y se tome una decisión concreta
y pensada sobre si este entrenador está a la altura de la enorme mochila que se
cargará Independiente en el próximo torneo.
En River también querían mantener la palabra “descenso”
lejos, y por no afrontar las exigencias del día a día con la razón a flor de
piel, terminaron haciéndole el agujero más grande a su riquísima historia.
En ”El Rojo” nos estamos cansando de ver las oportunidades
desperdiciadas.
No sea cosa que a la tercera fecha del próximo torneo
tengamos que hacer movimientos raros para rumbear el camino.
Mano firme, mucha reflexión y, sobre todo: laburo, humildad
y ganas de enfrentar la realidad.
Fuente Muy Diablo
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