El Gordo Valarco te cuenta que la negativa del Tolo Gallego
para volver a dirigir a los Rojos no pasó por lo económico, y espera a junio
para seguir hablando
La negativa del Tolo fue más allá de lo económico - Archivo
Algo está cambiando a la hora de ver el fútbol y de poner
sobre la mesa los pro y los contra, antes de tomar una decisión trascendental
como puede ser la asunción como entrenador de un equipo.
Américo Rubén Gallego
pareciera haber entrado en la variante de priorizar el potencial del plantel
antes que cualquier otro ítem. Incluido el económico.
Se dijo que la deuda que tiene el club con él, cercana a los
2 millones de pesos, y que el nuevo contrato ofrecido fueron las causas para
que no hubiese acuerdo entre las partes y quedara todo para más adelante.
Más
adelante, es junio de este año y queda a la vuelta de la esquina.
Las
declaraciones de Javier Cantero, Luis Felice (tesorero del club) y Claudio
Curti, representante del entrenador; estuvieron siempre atadas a los números.
Nunca fueron sacadas de contexto, como se dice en el ambiente cada vez que
alguien se equivoca y busca emparchar la situación culpando a un tercero, y
dejaron la sensación que todo era cuestión de dinero.
No es así. Mejor dicho,
no fue así.
El 27 de septiembre del 2010, bajo el título "Ojo por
ojo, diente por diente", se contaba de la venganza del Tolo para con Julio
Comparada y su gente, cuando lo fueron a buscar para reasumir tras haber sido
echado en marzo de ese año.
¿Le dura el enojo a Gallego y les sigue pasando
factura?
No, para nada. Primero porque esta es otra gente y segundo porque este
es otro plantel.
Por acá pasa todo, por el plantel.
Cantero desmintió las versiones que hablaban de una supuesta
negativa de varios referentes del plantel -Milito, Matheu, Parra y Tuzzio- al
arribo del Tolo.
"En Independiente no mandan los jugadores. Tengo muchos
testigos. Yo fui el principal impulsor de la llegada de Gallego", dijo a
quienes quisieran escucharlo.
Una cosa es sentirse bien con alguien y otra, muy
distinta, es no querer a otra persona.
A oídos del técnico llegó que varios no
lo querían.
Nunca fue así.
Están muy a gusto con Cristian Díaz, más luego del 5
a 4 del domingo, pero esto no significa no quererlo al Tolo.
Alguien hizo lo imposible
para que Américo Rubén se enterara del trascendido, logrando el objetivo.
La situación en la tabla de posiciones, un plantel corto, la
potencial llegada de refuerzos, el compromiso de un grupo inversor dispuesto a
colaborar cuando él asuma, pateó todo para mitad de año por parte de Gallego.
Lo que tantas veces se le criticó a Ramón Díaz, de tomar equipos solo si tenía
figuras, hoy pareciera ser el pensamiento del Tolo.
Como en junio el libro de
pases es libre, a diferencia de diciembre que solo permite dos incorporaciones,
ahí volverán a sentarse para ver si una vez terminadas las charlas en la mesa
de negociaciones cierran lo que no pudieron ahora.
No todo pasó por el dinero,
por más que nos quieran hacer creer eso.
Fuente Cancha Llena
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