Independiente venció en Avellaneda a Rosario Central con una
gran producción para una necesaria bocanada de aire fresco. En InfiernoRojo
analizamos las claves de la goleada.
Gol tempranero: Sin lugar a dudas, el gol a los dos minutos
de juego fue la llave para abrir un partido que luego terminó en goleada.
Fundamental, además, para descomprimir.
Equipo notoriamente ofensivo: Este punto es también central:
el Rojo, al igual que los dos encuentros que había jugado previamente post
receso, mostró una notoria vocación ofensiva con puntos muy altos en la
producción colectiva.
Seguidilla y efectividad: Al contrario de lo que le había
sucedido contra Boca y contra River, esta vez Independiente fue eficiente en la
solución de jugadas y, aunado, en la definición. Se fue tres a cero arriba en
el primer tiempo y casi que hizo sobrar el segundo.
Rendimientos individuales: Otra clave desde ya fue el buen
nivel individual que mostraron la mayoría de los jugadores. El caso que más lo
evidenció fue el de Alexander Barboza, que no venía teniendo buenos partidos y
a base de esfuerzo, jugó otro gran partido esta vez consagrado con un gol y
siendo férreo en la defensa.
Salieron todas: Y sí, también hay que decirlo. Cuando te
sale una, te salen todas. El equipo se mostró con confianza y además, con
suerte. Ligó lo que no ligó en muchos partidos y es un factor importantísimo,
porque la suerte siempre viene acompañada de fortuna. No llega sola.
Esperemos que continúa por la senda del éxito.
Fuente Infierno Rojo
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