El nuevo DT tendrá mucho trabajo: se encontrará con un
plantel desbalanceado, golpeado anímicamente y sin caudillos. Y apenas podrán
traerle un refuerzo.
La postal de Independiente después de la eliminación.
Por Favio Verona
Un refuerzo. Apenas una bala descansa en la recámara. Y el
tiro esta vez no puede fallar. Todavía es una incógnita quién se va a poner el
buzo de técnico. Pero existe una certeza irrebatible: el que asuma deberá tener
la habilidad de hacer malabares para tapar los baches de un plantel desbalanceado
y acéfalo de liderazgos. Ese es el panorama con el que se encontrará el futuro
técnico.
La coyuntura demanda atributos que van más allá de lo
estrictamente futbolístico: también habrá que trabajar en lo anímico porque hay
jugadores que están saturados por la acumulación de fracasos. El bajón de
Independiente tiene motivos que trascienden a las cuestiones tácticas y
estratégicas. La cabeza explica porqué muchos futbolistas están muy por debajo
de su techo de rendimiento. Ejemplos sobran: Rigoni, el Torito Rodríguez,
Tagliafico y Benítez. “El miedo a perder la pelota nos lleva a no querer
arriesgar en los pases y es por eso que en la cancha no hacemos lo que
entrenamos en la semana”, resumió Pellerano.
El Rojo no cuenta con caudillos de esos que tienen autoridad
para pegar un grito y sacudir el orgullo del grupo en los momentos de mayor
adversidad. Pellerano y Cuesta se alternaron la capitanía a lo largo del año,
pero no disponen de un respaldo popular absoluto que le permita erigirse como
líderes de ésos cuyas palabras inspiran respeto y despiertan admiración. Es que
no tienen sentido de pertenencia.
Hay puestos en los que escasean las variantes. El Torito
Rodríguez es el único volante de contención natural, ya que Vitale juega en ese
puesto pero se formó siendo central. De hecho, Milito consideraba que era
imprescindible incorporar un cinco. Tampoco hay un lateral derecho que brinde
garantías: Toledo y Martínez no convencen a nadie. El desafío para el nuevo
entrenador será recuperar a Albertengo y Leandro Fernández y rodear a Barco para
que empiece a demostrar todo su potencial. Materia prima no abunda y el Rojo
sólo podrá traer un refuerzo, ya que este año sumó a Meza por la lesión de
Fernández. Es lo que hay.
Fuente Olé
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