Por Carlos Maidana
Que el domingo sea el punto de partida, Rojo.
El Clásico de Avellaneda será un punto de inflexión para la
actualidad de Independiente.
A esa cancha irá el Rojo en busca de más que 3
puntos.
Porque el campeonato es largo y un triunfo no salvará el año, aunque
sentaría las bases para hacer borrón y cuenta nueva de cara a lo que viene, que
es más que importante.
Allí estarán los jugadores, con la camiseta Roja una vez
más. Allí estará el cuerpo técnico, más allá de las dudas que pueda haber en
cuanto a su continuidad. Y allí estarán los millones de hinchas de
Independiente que, pese a no poder concurrir al estadio, apoyarán al equipo y,
al menos por un par de horas, no pensarán en otra cosa que en una victoria. Un
triunfo que sirva como punto de partida para la levantada tan esperada. Un
reseteo general para comenzar a mirar el cierre de la primera mitad del torneo
con mayor optimismo.
Como aquella canción que el Liverpool F.C adoptó como himno,
Rojo. Nunca caminarás sólo ¡Vamos Independiente!
Cuando camines a
través de la tormenta,
Mantén la cabeza
alta,
Y no temas por la
oscuridad;
Al final de la
tormenta encontrarás la luz del sol
Y la dulce y
plateada canción de una alondra.
Sigue a través del
viento,
Sigue a través de
la lluvia,
Aunque tus sueños
se rompan en pedazos.
Camina, camina,
con esperanza en tu corazón,
Y nunca caminarás
solo,
Nunca caminarás
solo.
Camina, camina,
con esperanza en tu corazón,
Y nunca caminarás
solo,
Nunca caminarás
solo.
Fuente Infierno Rojo
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