Por Rodrigo Volpi
Sebastián Penco llegó a Independiente de la mano de Javier
Cantero a mitad del 2013 como refuerzo para intentar conseguir el ascenso a
Primera. Su contratación fue muy criticada por una gran cantidad hinchas y en 3/4
de la B Nacional nunca tuvo continuidad. Sin embargo, en el último lapso del
torneo, se ganó el puesto y marcó goles importantes para lograr el objetivo.
Convirtió su primer gol en la derrota ante Atlético Tucumán
por 3-1 en la fecha 25. Luego, le marcó a Banfield (3-3), a Ferro (1-1), a
Douglas Haig (2-1) y a Instituto (2-1), todos como visitante. Esos tantos
relevantes ayudaron a que el Rojo consiga el objetivo de ascender a Primera
luego de un año en la B Nacional.
Tras el ascenso y la llegada de la dirigencia de Hugo
Moyano, Penco recibió ofertas de la 2° categoría del fútbol argentino, pero,
como en el verano, decidió quedarse a pelearla en el club. Llegaron Juan Martín
Lucero y Claudio Riaño, y él quedó relegado. Sin embargo, otra vez luchó por un
puesto. Y se lo ganó. Jugó su primer partido de titular ante Olimpo en Bahía
Blanca y marcó el gol del empate. Luego, se dio el gusto de marcarle a Racing en
el clásico, aplicando la famosa ley del ex.
Si uno analiza los goles de Penco en el Rojo y los minutos
jugados, la estadística es muy positiva. El delantero jugó 1.435 minutos con
esta camiseta, lo que equivale a 16 partidos completos. En ese tiempo, convirtió
7 tantos, es decir, casi 1 cada 2 partidos. Al menos hasta ahora, Penco fue
capaz de suplir sus limitaciones técnicas con sacrificio, juego aéreo, pivoteo
y posicionamiento en el área. Así, otra vez, se ganó el puesto. Ahora, deberá
lograr lo más difícil: mantenerlo.
Fuente LxR
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