Miguelito habló de todo en una hora con Olé.
Brindisi tiene en mente el retorno a Primera y sabe lo
que necesitará. "Para ascender se precisan jugadores con
personalidad", dice el técnico.
Amparado en su tranquilidad inquebrantable, Miguel
Brindisi comienza a planificar la reconstrucción con los escombros que dispersó
el colapso. Cuando asumió era consciente de que la estructura corría riesgo de
derrumbe, pero permaneció estoico. Hoy, el técnico sabe que el camino será
sinuoso. “El duelo por el descenso lo hice en un día, porque al otro tenía la
responsabilidad de estar intacto, pensando en la reconstrucción para lograr la
vuelta. El lunes posterior a San Lorenzo di vuelta la página. No me podía
permitir que el dolor perdure. Además cuando llegué sabía que existía un 95% de
chances de descender. La llama de la esperanza se revivió durante cuatro
partidos, pero después se apagó”, le dice Miguel a Olé .
-En el torneo anterior heredaste un equipo, pero ahora
toda la responsabilidad será tuya. ¿Cómo pretendés jugar?
-Hay una palabra que es reiterativa, pero por la
situación el equipo siempre será protagonista. El mismo rival nos cederá el
protagonismo, porque nosotros seremos los que tendremos la desesperación y el
gran desafío de regresar. Igual hay una sola realidad, para lograr la vuelta
hay que sumar, y el 1 a 0 siempre es negocio. A mí me gusta el fútbol bien
jugado, siempre digo que si jugás bien vas a tener más chances de abordar a los
buenos resultados, pero ahora estará primero el resultado. Si ganás de una
pelota detenida, de un córner o con un gol en contra festejaremos igual.
-No es contradictorio ese mensaje...
-En esta categoría no importan las formas, aunque eso
no quita que también voy a exigir proponer a través del buen juego. Vamos a
intentar, pero siempre hay un rival que te lo puede permitir o no. Hoy
cualquiera te puede superar.
-¿Tenés algún espejo?
-Me encantaría que Independiente juegue como Newell’s,
pero en la B Nacional va a primar el resultado. En el fútbol argentino los
espejos en los que debe mirarse Independiente son Lanús y Vélez en lo
futbolístico e institucional, pero lo de Newell’s ha sido superlativo. A veces
un entrenador tiene recompensas interiores que no tienen nada que ver con lo
material o con el resultado. El fútbol tendría que ser como el arte: si vos
pintás un cuadro a imagen y semejanza, lo exponés y quizá le gusta a la gente,
pero al primero que te tiene que gustar es a vos mismo. Yo quiero disfrutar de
mi creación. No nos olvidemos que cuando Martino llegó a Newell´s lo hizo para
salvarlo del descenso. Las responsabilidades eran enormes y sin embargo salió
campeón y construyó uno de los mejores equipos de América.
-Pero Independiente no tiene jugadores con sentido de
pertenencia como Newell´s ahora o River cuando descendió...
-Estoy convencido de que también los tiene porque Gaby
Milito nos está ayudando, Montenegro volvió en el momento más crítico de la
historia cuando podría haberse ido a jugar a un lugar más tranquilo. Además no
me cabe ninguna duda de que el Kun Agüero volvería si pudiese al igual que Forlán,
Denis y Vuoso.
-¿Qué camino deben tomar para lograr el ascenso en un
año?
-Hay que tener un nivel de preparación muy alto.
Estudié muchísimo el fixture porque quiero tener un GPS en la cabeza. Antes de
cada partido tendremos que evaluar si estamos en condiciones de salir a achicar
y tener personalidad para no derrumbarnos anímicamente ante la primera
adversidad. Para eso habrá que tener hombres con personalidad.
-¿Y hoy los tenés?
-Por supuesto. El grupo me está demostrando que está
dispuesto a dejar todo, más del 50% del plantel tiene una sed de revancha muy
grande. El tema es que de los que quedaron del torneo anterior, solo Tula
conoce la categoría y por eso pedí refuerzos con recorrido en el ascenso, para
lograr la fusión ideal. En la Copa Argentina tuvimos una buena medida de lo que
va a ser la categoría. Por eso a los dirigentes les dejé una lista extensa de
jugadores con un pasado en la BN, pero los que eran prioridad se fueron
cayendo.
-¿Tantas diferencias encontrás entre ambas categorías?
-Son muy distintas. A mí me tocó dirigir una categoría
más abajo, que es el regional, cuando estuve en Alumni de Villa María... La
infraestructura, el juego, todo es diferente. Cuando estuve en la segunda
división del fútbol español también existía una diferencia sideral.
-En cuanto al juego, ¿en qué difieren?
-En la B es un fútbol mucho más cerrado tácticamente,
más físico, más pensante y duro. La gran mayoría apuestan a la pelota parada y
al contragolpe. Sólo Banfield y Huracán, que tienen la obligación de subir, nos
van a jugar de igual a igual .
-¿Temés que a los jugadores les pese el rótulo de
candidatos?
-Es lógico que nos pongan ese mote. Es una realidad que
las urgencias marcan, deberemos tener espalda para llevar esa responsabilidad.
Somos Independiente.
-¿Vas a hacer mucho hincapié en lo anímico?
-Será importante. Quiero que el equipo esté mentalizado
en que hay que saber canalizar el apuro y la desesperación cuando el gol no
llegue y se escuchen los murmullos. El partido lo tenemos que jugar a nuestro
ritmo y no al que impongan los hinchas, que van a ser fundamentales.
Independiente en la B va a generar algo pocas veces visto, la gente nos va a
apoyar como nunca.
-Tenés muchos jóvenes. ¿Están en condiciones de asumir
semejante responsabilidad?
-Por eso pedí jugadores con experiencia en la
categoría. Además, vos podés tener 13 años y ser un hombre o tener 40 y ser un
tonto en la vida. Experiencia no siempre es sinónimo de personalidad. Quiero
jugadores que no se asusten en ninguna cancha. La personalidad te la demuestra
el que pide la pelota cuando a otros les quema, el que no se esconde detrás de
una marca, el que se está muriendo adentro de la cancha y sigue, no el que mete
una patada. El que pega y te deja con diez es un cobarde. No sé por qué la
gente a veces aplaude a los jugadores cuando los expulsan, es absurdo y no lo
tolero.
-¿Por qué en los últimos días sostuviste que hay dos
maneras de jugar en la B Nacional?
-No se juega igual de visitante que de local. En casa
todos van a procurar cerrarse atrás, intentarán sacar rédito de la pelota
parada y de contragolpe. Eso no lo podemos permitir. Esa una posibilidad muy
concreta que en casa juguemos con línea de tres. Hoy si sos un profesional
tenés que estar preparado para adaptarte a cualquier sistema.
-A Menotti no le va a caer bien esta última frase...
-(Risas) Lo que pasa es que en la BN todo será más
difícil porque el contexto, el clima, los escenarios complicados. No perdono
que un jugador profesional no conozca todos los sistemas. A veces hay que
variar como un recurso o por necesidad.
-Pero...
-Yo quiero que Independiente sea un equipo con mucho
despliegue, en el que aparezcan dos o tres tipos llegando desde atrás, que los
laterales desborden. Después sé que si ganás jugando con un punta nadie te
recrimina nada, porque en el fútbol argentino nadie castiga al que gana. Y si
perdés jugando bárbaro con cuatro delanteros te matan.
-¿Entonces?
-Con la vorágine y la pasión desmedida lamentablemente
es casi imposible que surja un equipo como el Huracán del ‘73. Ahora existe una
desesperación muy grande por ganar, si perdés es la muerte y si ganás parece
que tocás el cielo con las manos.
-¿Contento con los refuerzos que llegaron?
-Nos hubiese gustado que lleguen antes, que convivan
más con el resto, que puedan compartir los almuerzos y las cenas para integrarse.
Así es como se forman los grupos. Por otro lado, Razzotti, Alderete y Zapata
nunca dejaron de trabajar y se encuentran bien en lo físico. Menéndez también
hizo la pretemporada con Lanús.
Fuente Olé
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