Brindisi seguirá aun si el equipo desciende; se irán
Leguizamón, Farías, Navarro y Tuzzio, entre otros; todavía no se habla de
refuerzos.
Por Francisco Schiavo.
Cantero no piensa en irse y Brindisi tiene contrato
hasta junio del año que viene; dependerá de él. Foto: LA NACION.
El largo día de dolor, sintiéndose descendidos, aún
cuando la caída no está sellada matemáticamente, tuvo por la noche picos de
angustia para los hinchas de Independiente.
Fue cuando Argentinos estuvo arriba
en el marcador ante San Lorenzo.
Pero el final fue 1-1. Y quedó abierta la
posibilidad de un milagro, aunque la sensación de malestar no desapareció.
¿Puede salvarse Independiente?
Tendría que ganar los
dos partidos (San Lorenzo y Colón); esperar que Argentinos pierda ambos (Colón
y Newell's) para igualarlo, y que San Martín (Estudiantes y River) saque sólo
un punto para superarlo.
En el mejor de los hipotéticos panoramas, debería
jugar un desempate con Argentinos para no descender.
Cuesta imaginarse cómo serán los primeros pasos de la
nueva vida de Independiente, pero algo de eso ensayaron los dirigentes.
Anoche,
por ejemplo, tuvieron una reunión extraordinaria bastante lejos de la sede de
la avenida Mitre 470, en Avellaneda, cubierta por una celosa custodia policial.
Todos sintieron el golpe, pero, como pudieron, miraron para adelante.
No se
informó el lugar del encuentro, pero sí trascendió un tono duro, pero casi
resignado.
Se escucharon mil versiones. Una dijo que varios dirigentes le
pidieron la renuncia a Cantero.
Según averiguó LA NACION, ese pedido nunca
existió.
Cantero sostuvo los dichos de los últimos tiempos. Pese
a los momentos delicados, nunca pensó en irse. "Los socios nos votaron y
nos queda un año y medio para remontar la situación. Eso no discute",
contaron desde el entorno del presidente.
Ahora bien, convivir con el
descontento será lo primordial.
Hoy, por ejemplo, suenan todas la críticas.
Desde los históricos, como Ricardo Bochini y Ricardo Bertoni, hasta los que
miran el presente de los Rojos desde otro costado, como Leonel del Castillo,
padre de Sergio Agüero, que trató al dirigente de "soberbio" por
"no atenderle el teléfono".
El mandamás de Independiente abriría la mesa de diálogo
para más voces, incluso las de la oposición.
No se descarta la participación de
más dirigentes en las cuestiones de peso e, incluso, pese a los cortocircuitos
de los últimos tiempos, algunos piensan en darle otra vez participación a Pablo
Moyano para aprovechar las puertas que se abrirían con los contactos del
sindicalista, que ya colaboró con la gestión de Julio Comparada.
Cantero duda.
Brindisi tiene contrato hasta junio del año que viene.
"Llegó y sabía de la situación. Por eso, con cualquier desenlace, firmó
por ese tiempo. La idea es que se quede. Nada cambió desde que asumió",
aseguran desde la comisión directiva.
A otros, en caso de irse al descenso, les
gustaría un entrenador con experiencia en la B Nacional y nombraron a Ricardo
Zielinski. Unos pocos, en cambio, sugirieron que la cercanía de Gabriel Milito
-colabora sin ser parte del cuerpo técnico- con el plantel podría ser un indicador
a futuro. Algo así como lo que River hizo con Matías Almeyda o, acaso, en la
función de manager.
Aunque trascendió que Milito no estuvo de acuerdo con
muchas de las últimas decisiones de Cantero.
Algo es concreto: la continuidad
de Brindisi dependerá del mismo DT.
Una larga depuración del plantel parece inevitable.
Algunos se irán por bajo rendimiento, como Ernesto Farías, Luciano Leguizamón,
Roberto Battión, Jonathan Santana, Hilario Navarro y Eduardo Tuzzio.
Otros no
renovarían el vínculo y quedarían libres, como Hernán Fredes, Leonel Galeano y
Fernando Godoy.
Y a varios se los tratará de retener pese al alto contrato:
Fabián Vargas, Cristian Tula y Claudio Morel Rodríguez.
De refuerzos, por ahora, ni hablar. Por varias redes
sociales se leyó que algunos jugadores, en caso de darse el descenso, harían un
sacrificio y volverían al club.
Se citó a Germán Denis, Carlos Matheu y Facundo
Parra, por ejemplo, pero parece más un deseo que una realidad siquiera cercana.
Mucho menos el utópico regreso del Kun Agüero, de 25 años, que prometió ponerse
otra vez la camiseta de los Rojos a los 27.
Otro punto que preocupa en caso de irse a la B Nacional
es la reducción de los ingresos, mucho más por la delicada economía del club.
La idea de Independiente era cancelar en un par de meses la convocatoria de
acreedores y, más adelante, según los plazos legales, volver a convocarse para
sanear las finanzas.
San Lorenzo y, en el medio, la Copa Argentina
Pese a que surgieron versiones de todo tipo, aún no se
definió cómo se jugará el partido entre Independiente y San Lorenzo, el sábado
próximo, en Avellaneda.
Algunos dirigentes de los Rojos sugirieron la
posibilidad de hacerlo a puertas cerradas, pero otros desecharon la
alternativa. Los encargados de la seguridad charlarán hoy sobre el tema. En
tanto, Independiente se prepara además para el partido de mañana, ante Arsenal,
por la Copa Argentina, en Catamarca.
Pese a que iba a jugar con juveniles,
Miguel Brindisi utilizará a varios futbolistas de experiencia, aunque con pocas
posibilidades en la primera, como Vallés, Battión, Ferreyra, Santana,
Leguizamón y Farías.
360: son los millones de pesos en los que rondaría el
pasivo de Independiente; en el último ejercicio habría crecido alrededor de 40
millones de pesos.
Fuente La Nación
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