Por EZEQUIEL PERNICA
El nuevo rojo, comienza el nuevo torneo
Independiente arranca a partir del sábado, una de las
temporadas más determinantes de su historia con 108 años de vida. En un torneo
nuevo que sufre cambios a menos de tres días de arrancar, que cambia de nombre
y trofeo cada seis meses y con un campeón como Arsenal que solo tiene 55 años.
El rojo debe, adaptarse rápidamente a las transformaciones que sufre el fútbol
argentino.
Es inminente el pitazo inicial para que comience a rodar el
balón. Y los hinchas de Independiente hace rato que vienen preparándose para
uno de los años más determinantes en sus 108 años de vida. Y es que el precio
de jugar las copas internacionales se ha pagado a niveles muy caros con
planteles reducidos en una de las peores gestiones administrativas de toda su
existencia.
El promedio, es el gran problema que acoge al hincha, que si
bien confía en esta dirigencia, en su presidente y en la capacidad que puede
aportar su entrenador como hombre de la casa, mira con el rabillo del ojo a un
abismo que no quiere caer, deseando no tener un final como el de River, y menos
como el de San Lorenzo, sin presidente y a punto de la anarquía total y
absoluta.
Los nombres que fueron llegando fueron calmando de apoco la
gran preocupación de los más escépticos. Jugadores de renombre y con buen nivel
que llegaron para afrontar esta complicada situación, y con ganas de jugar en
Independiente. Con una deuda que preferimos no recordar, Javier Cantero se las
ha apañado para convencer a cada uno de los fichajes para que se pusieran la
gloriosa roja. Y este ha sido uno de las virtudes de esta dirigencia, hablar
con sinceridad, sin doble discurso y de manera directa, Sin rumores ni con la
intención de jugar a dos puntas. Y aparentemente ha dado resultado. Un punto
más a favor de Javier Cantero, luego de ganar un punto vital en la batalla
contra la violencia que parece luchar en soledad. Ha logrado, sin duda, que no
sólo el socio, sino el jugador profesional vuelva a creer en la palabra de un
dirigente.
Todo lo que se tenía que hacer, previo al arranque de un nuevo
temporada ya se ha hecho. Ahora será menester de Cristian Díaz y su equipo
responder a la confianza que le ha brindado no solo la dirigencia, sino también
el hincha común. Hay buen material para realizar un papel digno, más que digno,
donde la actitud no debe negociarse, como estableció el último técnico campeón.
Y como aliciente, Independiente debe adaptarse a una nueva
modalidad de torneo, que cambia “de colores según la ocasión” y a menos de tres
días para comenzar. Con un nombre y trofeo que cambia cada seis meses con el
objetivo de ligarlo cada vez más a la vida política y popular de este país. Y
con el campeón más joven que ha tenido el profesionalismo, el Arsenal FC de
Sarandí, con tan sólo 55 años de vida. Con un River que vuelve del infierno,
luego de un año en la B Nacional y Un San Lorenzo en terapia intensiva y al
borde del colapso. Ya falta muy poco, comienza la cuenta regresiva, en una de
las temporadas más determinantes de la historia.
No apto para cardíacos. Como diría Sabina… “Ocupen su localidad,
y presten todos atención, a punto está de levantarse el telón”
Fuente Monarquía Roja
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