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sábado, 14 de enero de 2012

Cantero quiere que no lo dejen solo



El presidente de Independiente, Javier Cantero, no cede ante la presión de la Barra Brava; con el visto bueno de la AFA y el Coprosede, dice que podrá sostener la firmeza con un "respaldo extendido y oficializado"; sus primeros días en el club y el futuro.

Por Francisco Schiavo
         
 Cantero, con la gloria de Independiente de fondo

Javier Cantero lo pensó bastante y se zambulló en el barro. Sólo lo hizo por la delicada situación en la que él y su agrupación, Independiente Místico, vieron al club. Cuenta, ya desde adentro, que cayó en el lodazal que esperaba y que mantiene el largo aliento. A los problemas financieros conocidos, se agregó el acecho de la barra brava. Anteanoche, en el primer amistoso del verano, el 0-0 con San Lorenzo, los violentos enrarecieron el clima y cantaron en contra de la comisión directiva, que les negó favores. Cantero no se desdice, da un puñetazo en la mesa y subraya palabra por palabra.

"Sabía que esto iba a pasar, pero pensaba que iba a ser en los partidos por los puntos. No sé por qué tanta furia. Me sentí tranquilo porque no pasaron de los insultos. Hablé con Pérez [Rubén, a cargo del Coprosede] y me sentí respaldado. La AFA también nos apoya. Si la barra quiere plata, lo siento mucho. Independiente tiene problemas más serios. Soy inexperto en este tipo de situaciones, pero me siento muy tranquilo." En realidad, en la charla con La Nacion, el presidente de los Rojos reforzó su pensamiento.

-¿Podrá sostener la firmeza? 

-Solo, no creo. Tendría que haber un respaldo extendido y oficializado. Con esa condición, si sigo así, sí se podrá mantener. Pero no hice nada extraño: me encanta la fiesta en la tribuna, pero nunca la violencia. Si reclaman dinero, no lo van a conseguir.

-¿Creyó en la renuncia de Bebote Álvarez al liderazgo de la barra? 

-No sé. No me interesa porque no existe un cargo de jefe de la barra brava. Ni la acepté ni la rechacé porque no hay que darle entidad a ese cargo.

-Pero es una cuestión de poder. 

-Si existiera, lo eligen sus compañeros, pero no el presidente del club. A mí nunca me pidió plata, pero traté de marcarle la cancha de entrada. Le dije que el club estaba fundido. En la campaña, él había dicho que si ganaba "Macetero", como me decía, renunciaba. Así subí 20 puntos en las encuestas.

-Antes dijo que no tenía miedo, ¿hoy piensa lo mismo? 

-Sí. Uno sabe a qué se expone como presidente. Es lindo, alimenta el ego, es el club de mi vida, pero también sabe que se puede encontrar con la barra brava y que hay que tomar decisiones. Hablé con el Coprosede y vamos a seguir de esta manera. Nos plantamos.

-¿Comparada le daba dinero a la barra? 

-Si el jefe de la barra vino y presentó la renuncia, quiere decir que estaba reconocido. Así que supongo que sí. Cuando la tribuna Sur, en Avellaneda, insultó a Comparada hubo gente de la barra que trató de hacerla callar. También cuando algunos militantes nuestros repartían folletos en la calle. Me hace pensar que algo hacían.

-¿Lo sorprendió alguna llamada desde que asumió? 

-No voy a dar nombres, pero me sorprendió el nivel de gente que me llamó. En una nota salió que era un cuatro de copas y que a la semana siguiente me llamaba todo el mundo. Pero no llamaban a Cantero, llamaban al presidente de Independiente.

-¿Cómo toma esto del poder? 

-Ahora todos los que vienen me dicen señor presidente. Yo les digo que soy Javier? Acá discutimos mucho, nos peleamos y tenemos principios que nos guían: no vamos a meter la mano en la lata, queremos un club social y no privatizado. Esta no es una conducción "canterista". Es mística, como dice nuestra agrupación.

-¿Será posible no contaminarse? 

-Nosotros somos "outsiders". Si hasta me llamó gente que investiga el lavado de dinero para reunirse conmigo porque soy nuevo: pensó que le diría cosas que otro no. A todos los empleados les digo que, si ven algo mal o sospechan algo, que me lo cuenten. Necesito generar anticuerpos. En 162 cargos no todos son amigos entrañables por los que ponés las manos en el fuego.

-¿El club está peor de lo que pensaba? 

-Está como yo creía: un desastre. Apenas asumí teníamos pocos pesos y alrededor de 10 u 11 millones de pesos con vencimientos, entre ellos, aguinaldos y sueldos del personal, del colegio, de los jugadores y del cuerpo técnico. Hubo actos que me emocionaron. Hubo gente de la comisión directiva que puso US$ 500.000, ni sabía que tenía esa plata, y los van a recuperar dentro de un año y sin intereses.

-¿Usted pondría plata? 

-Sí, aunque no tengo cash. Tengo una casa, varios autos, participación en una empresa...

-¿Será necesario poner más? 

-Si somos inteligentes, no. De entrada se dieron un montón de urgencias que no nos permitieron generar ingresos. Tenemos que hacer una auditoría para saber si la deuda es legítima, tenemos que hablar con los acreedores para discutir las tasas de interés y tenemos que habilitar la inscripción de socios que va a generar 10.000 nuevos, unos 6.000.000 de pesos anuales. Los socios están diciendo por los foros que quieren aportar plata. No gané para pasarles la gorra a los socios, pero quieren hacerlo voluntariamente. Y si soy representante de los socios, voy a aprovechar ese impulso. La imagen de Independiente no está desarrollada ni explotada; el marketing será muy fuerte, pero necesitamos tres o cuatro meses.

-¿A esto se llegó por incapacidad o manejos poco claros? 

-Hay algo nítido: Comparada nunca manejó nada. Ningún empresario da 500 y pico de cheques sin fondos. Ni un quiosquero. Se utilizaba como un instrumento de financiación tirar para adelante los acreedores. Hasta que llegó un momento en el que perdió seriedad el club. Dicen que el estadio les costó 35 o 40 millones de dólares, eso sería el pasivo del último balance. ¿No pagaron nada del estadio? ¿Fue todo a crédito? ¿Qué pasó con la plata de Agüero o Ustari? No cierra. Mal manejo hubo, pero en la auditoría vamos a darnos cuenta si hubo otra cosa.

-¿En cuánto influyó el voto castigo en la derrota del oficialismo? 

-Muchísimo. Como en España o en Nueva York, en Independiente había indignados. Ellos nos votaron a nosotros, pero tuvimos la virtud de representarlos. Para mí, tuve dos jefes de campaña: Comparada y, en la última etapa, ayudó mucho el que se decía jefe de la barra brava. Pensaba perjudicarme, pero con su accionar me benefició.

-¿Podrá gestionar sin resultados deportivos? 

-Creo que no. Sin salir campeón, sí. Si nos vamos a la B, por decir, no. Por suerte, no prometí campeonatos. Quiero ganar, pero prometí tener la deuda manejable en un año y ser protagonistas, es decir, pelear arriba.

-Tras la reunión con el ministro del Interior, Florencio Randazzo, ¿el Estado va a colaborar? 

-Los dirigentes tienen que tener contactos políticos. Sirven para conseguir un crédito, para solucionar algo en un predio? Lo que no me gusta es cuando desembarcan en el club. Fui a la Casa Rosada y vieron con simpatía que no veníamos de la política. Van a darnos una mano, pero no poniendo plata.

-¿Va a convocar a la oposición? 

-Lo llamé a Cacho Álvarez, pero no me atendió. Quizás estaba de viaje. También lo llamé a Moyano, que dice que colabora con el club, pero tampoco me atendió. Me sorprendió, pero yo cumplí.

-¿Hay que recuperar la credibilidad después de Ducatenzeiler y Comparada? 

-Parece que todo el problema es Comparada, pero no. Quizá se profundizó mucho, pero la crisis viene de unos 15 años. Los socios nos equivocamos. No voté a Comparada, pero parecía una persona que venía con poder a solucionar los problemas.

-¿Votó a Ducatenzeiler? 

-Sí. Veníamos del título en 2002. Después me sentí defraudado.

-¿Por qué usó una escoba en la campaña? 

-Fue un símbolo electoral. Había que barrer y limpiar lo que pasó en Independiente en los últimos 15 o 20 años. Muchos están esperando que nos mandemos una macana para matarnos. No tenemos experiencia en el club, pero es algo positivo: no fuimos corresponsables de los que causaron esta situación.

-¿Le va a alcanzar un período para hacer todo lo que quiere? 

-No. Me encantaría ser campeón de América, pero creo que no va a alcanzar. Si pongo al club en orden y fui protagonista en fútbol, estoy hecho. Si soy campeón, los gritos van a escucharse desde Avellaneda hasta La Nacion.



Fuente CanchaLlena

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