Por Cristian Fernández
Independiente apenas derrotó 2-1 a San Telmo por los 32avos
de final de la Copa Argentina en Formosa. Fernández y Aquino los autores de los
goles del Rojo que si bien hizo figura al arquero rival mostró algunas dudas
para el triunfo final.
El primer tiempo se desarrolló según lo que se presagiaba en
la previa, un Independiente manejando la pelota, dominando el terreno y
sufriendo con los cerrojos que proponía la defensa de San Telmo. Que por
cierto, recién pudo doblegar casi al final de la etapa inicial.
El Candombero hacía su juego. Se resguardaba atrás y
apostaba a una contra que pocas veces llegó y que recién pareció preocupar
cuando el Rojo cayó en su rendimiento y Telmo se animó. Claro está, que no
logró inquietar seriamente en todo el primer tiempo.
Hay que señalar que hasta el minuto 36, Independiente sólo
había llevado peligro mediante la pelota parada, algún centro y con el remate
de media distancia. Justamente, Jorge Ortiz y Gustavo Toledo fueron los que más
cerca estuvieron de abrir el marcador.
El único gol de la primera etapa llegó a los 36 minutos.
Quizás en la jugada colectiva mejor lograda por Independiente. Nació en los
pies de Nicolás Tagliafico. Este descargó en Martín Benítez, que la empaló para
Leandro Fernández. Ya dentro del área, el delantero controló, la acomodó y sacó
un derechazo muy fuerte que se coló en el arco de San Telmo para el 1-0.
El complemento inició con un San Telmo decidido a ir en
busca del empate. Presionó y apuró para lograr el error y alguna chance. Sin
embargo, en la primera que tuvo Independiente estiró la distancia. Iban 4
minutos cuando Toledo envió un centro, Fernández tomó la posta y metió un remate
rasante al corazón del área para que Aquino, casi con el arco vacío, marcara el
2-0.
Con ese gol, todo presagiaba un partido relajado, pero un
minuto después. Sí a los 5, el recién ingresado Oviedo aprovechó un error de
Martín Campaña para descontar y dejar, lo que sería el resultado final, en 2-1.
El gol de San Telmo trajo dramatismo al encuentro. Porque
Independiente tuvo letargos que fueron aprovechados por el Candombero. Tanto
fue así que hubo algunas instancias en las que el empate se pudo haber dado,
pero la carencia de contundencia y los nervios propios de los futbolistas
impedían la hazaña.
Enfrente, Independiente encontró espacios para rematarlo
pero no lo consiguió. Errores propios y la figura de Anchoverri, el arquero de
Telmo, no le permitieron liquidar el pleito. Hubo una jugada en el cierre que
incluso el travesaño le dijo no.
En fin, el Rojo volvió a mostrar una merma futbolística y
física en el complemento y San Telmo intentó aprovecharla para conseguir un
empate que nunca llegó. La diferencia de calidad entre ambos equipos fue el
principal aspecto que volcó la balanza para Independiente y su paso a los
16avos de final de la Copa Argentina.
Fuente Infierno Rojo



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