Por Fabián Rodriguez
El problema latente con la barra es lo que hace dudar al DT
para renovar contrato. La CD es optimista, pero...
"Estoy convencido de que Holan va a seguir. Nos tenemos
que reunir, sé que tiene dudas por lo que pasó con Bebote...”. La frase de Hugo
Moyano tiene un pie firme en el optimismo pero con el otro tantea el terreno de
las dudas. Los triunfos suelen traer nuevos desafíos que nacen de la
certidumbre del objetivo cumplido, aunque como pocas veces, detrás de la
alegría de la Copa Sudamericana hay dudas acerca de la continuidad del DT.
“¿Si voy a seguir? No sé, no sé. Sufrí mucho, mi familia
también. Ahora dejame festejar”, disparó Holan cuando los festejos apenas se
desataban. Podría haberle metido sarasa a la respuesta, irse por las ramas,
eludir el compromiso. En un momento emocional -literalmente estaba llorando-,
al DT le salió antes lo que estaba sintiendo y no pudo evitar ser transparente.
Un equipo que él armó a imagen y semejanza, que lleva su
ADN, su aroma, que hizo suyas en la cancha sus palabras y que tiene la Copa
Libertadores como desafío tendría que ser motivo suficiente para redoblar la
apuesta a futuro en los próximos cuatro años. Pero no... Las amenazas que
sufrió de parte de la barra brava de Independiente siguen pesando, por más que
Bebote Álvarez, su líder, esté preso. El entrenador y su familia se mueven con
custodia, y eso no es fácil de sobrellevar. De hecho, Holan fue a los festejos
con la guardia de seguridad que lo acompaña a todos lados donde va. Hoy, la
barra del Rojo está a la defensiva y pasiva, pero eso puede cambiar de repente.
Se verá si los Moyano son garantía para Holan, o si para él es momento de
pensar en otra etapa. La renovación, por ahora, viene brava...
Fuente Olé
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