Cuando Independiente perdía 1-0 y se le complicaba la final,
Ezequiel Barco marcó el único penal que sancionó Wilmar Roldán y, con el
empate, el Rojo se consagró campeón. Meses atrás, había fallado uno con Lanús,
que costó la clasificación a la Copa Libertadores.
En el Maracaná, cuando Independiente caía 1-0 con el gol de
Lucas Paquetá, Wilmar Roldán sancionó penal sobre Maximiliano Meza.
Ezequiel Barco, con solo 18 años, se hizo cargo y, con un
derechazo bajo y cruzado, venció al arquero César, que se había tirado al otro
costado. De esta forma, el Rojo volvió a gritar a lo grande luego de siete
años.
Meses atrás, había fallado otro con Lanús. En la última
fecha del torneo pasado, el Rey de Copas se jugaba la clasificación a la Copa
Libertadores. Si bien ganaba 1-0 con gol de Emiliano Rigoni, la visita lo
igualó con gol de Nicolás Aguirre. Con el 1-1, Barco tuvo un penal, pero
Esteban Andrada se lo adivinó y el juvenil rompió en llanto.
Si, costó la
clasificación.
De todos modos, con el penal a Flamengo, la Joyita festejó
por partida doble: No solo le dio la clasificación a la Libertadores a
Independiente, esa que se había negado contra el Granate, sino que también
valió nada más y nada menos que una nueva Copa para Independiente.
¡Qué redención, pibe!
Fuente Infierno Rojo
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