Flamengo suele ser una maquinita como local y marcha invicto
en la Copa, pero ojo que el Rojo pisa fuerte afuera.
¿Quién reirá último?
Por Favio Verona
"Voy a sentarme a analizar todos los partidos que
Flamengo jugó de local porque el partido allá va a ser totalmente diferente al
de Avellaneda”. Ariel Holan lo anticipó apenas terminó la primera final. El DT
sabe que el equipo de Reinaldo Rueda no juega de la misma forma cuando es
local.
En Brasil, producto de la obligación de tener que
demostrarle a su público, suelen salir a atacar con mayor determinación.
En 2017, Flamengo supo hacer de la localía una fortaleza.
Disputó 43 partidos en esa condición entre Copa Libertadores, Sudamericana,
torneo estadual de Río y Brasileirao. Las estadísticas son tremendas: ganó 29,
empató diez y sólo perdió cuatro. “Allá vamos a tener otra potencia ofensiva”,
advirtió Rueda. Los números refuerzan su advertencia: en los partidos
mencionados convirtió 84 goles y recibió 27. Y 11 veces ganó por más de tres de
diferencia. Pero las cifras son aún más contundentes si se contemplan sólo los
juegos disputados por copas internacionales en lo que va del año: 4-0 a San
Lorenzo; 2-1 a Atlético Paranaense y 3-1 a la Universidad Católica en el grupo
de la Libertadores. Y en la Sudamericana le ganó 5-0 a Palestino, 4-0 a
Chapecoense, empató 3-3 con Fluminense (remontó un 1-2) y venció 2-1 a Junior.
Los antecedentes no atemorizan al Rojo: lleva 68,4% de
efectividad afuera de casa en la era Holan. Rédito de saber aprovechar los
espacios, con futbolistas veloces para la contra y la gambeta larga (¿la
fórmula a aplicar en Río?), como Meza, Sánchez Miño, Benítez, Barco y
Fernández. ¿Cómo le fue en la Copa? Pisó fuerte en Perú (1-0 a Alianza), en
Chile (2-1 a Iquique) y en Paraguay (aplastó 4-1 a Nacional). Y arrastra los
traspiés ante Atl. Tucumán (0-1) y Libertad (0-1).
¿Quién hará pesar la tendencia?
Fuente Olé
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