Por Pablo Bufi
Independiente consiguió su tercera victoria en la Superliga
tras vencer a Chacarita por 2-1. No fue fácil, ya que el Rojo comenzó perdiendo
desde el vestuario, pero a continuación vamos a analizar las principales claves
para conseguir el triunfo.
La primer virtud fue que nunca se dio por perdido. El equipo
salió en desventaja, ya que recibió un gol a los 30 segundos del primer tiempo,
pero nunca se mostró golpeado. Arrinconó a su rival, golpeó en los momentos
justos y acomodó su juego a lo que mejor hace: salir rápido de contra.
Si bien la definición es un gran déficit a corregir, tuvo un
72,7% de efectividad en los remates. Disparó en 13 oportunidades, 10 de ellos
fueron desde adentro del área, lo cuál también demuestra que siempre tuvo una
actitud ganadora y se llevó al rival por delante. A esto, hay que sumarle que
los dirigidos por Ariel Holan fueron muy precisos en los pases en el campo
contrario: 65.9%.
La posesión de la pelota pasó por el lado de Chacarita, con
el 53,5%, pero cuando tuvo que disputarla y entrar en el roce, el equipo no se
achicó: cometió pocas faltas (12) y ganó el 72.7% de las entradas. En varias
oportunidades, sobre todo en el segundo tiempo cuando decidió apostar a la
contra, Independiente aprovechó bien los pelotazos largos y buscar las espaldas
de los defensores Funebreros. Tuvo una efectividad del 19.4% de pases a larga
distancia y así llegó el gol de Barco.
Fuente LxR
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