Por Ramiro Santinelli
No todo es positivo ni todo negativo después de algo tan
complejo como un partido de fútbol. Independiente ganó en San Martín y lo ganó
bien, con merecimiento. Fue más que el rival y debió haber ganado por mayor
diferencia. Aún así, eso no quiere decir que haya jugado bien. Las maneras
importan y el Rojo debe aumentar su volumen de juego.
La mañana arrancó difícil. El equipo de Holan jugó temprano
y lo madrugaron. En menos de 40 segundos ya caía 1 a 0, alguno que otro ni se
había despertado. Con una jugada simple, Chacarita lo lastimó. Encontró mal
parada a la parte derecha de la defensa del Rojo y llegó al gol. Un inicio
preocupante para cualquier equipo, un gol tan tempranero golpea la
planificación táctica del encuentro. Son errores que no deben replicarse, menos
aún en una serie de eliminatoria como la que se viene.
La otra cara de la moneda es la remontada. En otro contexto,
tiempo atrás, el Rojo hubiera perdido sus convicciones y seguramente hubiera
sufrido en un partido como el de ayer. Esta vez no. Reaccionó rápido, reaccionó
bien. Superó al rival y empató en pocos minutos el resultado con ese golazo de
Bustos -sobre quien explayaré más adelante-.
Otra cuestión positiva y negativa a la vez, se da en él área
rival. Por un lado, se generan muchísimas situaciones claras de gol. El Rojo
llega mucho y llega bien. Claro, el fútbol no se gana con llegadas.
Independiente erra demasiados goles. La ineficacia ya es inaguantable. Es una
máquina de producir arqueros figura. Ante Chacarita debió haber ganado por dos
o tres goles de diferencia. Esos pocos minutos en los que entre Gigliotti y
Albertengo se perdieron cuatro veces el tercer tanto son un fiel reflejo de la
realidad de Independiente. Y no enfatizo en las personalidades, Fernández
también falló en oportunidades.
Por otra parte, en la columna del haber, de lo positivo, no
puedo evitar ubicar a Tagliafico y Bustos. Ambos jugaron un gran partido,
fundamentalmente el capitán. El Rojo tiene a los mejores laterales del fútbol
argentino quienes considero que, si mantienen su nivel, tienen posibilidades
sólidas de viajar a Rusia con la Selección Argentina. También destaco lo hecho
por Meza, clave en las últimas citas. Por último, fue importante lo de Barco.
Mucho se viene hablando luego de su bajón futbolístico pero pienso que, por
momentos, el hincha de Independiente se olvida de que se trata de un jugador
muy joven con un potencial enorme. Su desequilibrio y sus cualidades técnicas
son claves para este equipo, es un futbolista distinto. Y para levantarlo de su
bajón, es importante darle minutos, sentarlo en el banco no es la solución.
De esta manera y con dos grandes triunfos, Independiente
salió de esa racha de derrotas que tanto nos preocupaba y llega de la mejor
manera al choque ante Nacional de Paraguay, que se disputará en poco más de una
semana. Será cuestión de trabajar en los errores para que el vaso esté cada vez
más lleno.
Fuente De la Cuna al Infierno
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