El mejor jugador del mundo reconoce las gestiones del
dirigente para acercar la AFA al plantel nacional; la Pulga "es la
debilidad" del presidente de la entidad de la calle Viamonte
Por Alejandro Casar González
El abrazo, después del desahogo
Lionel Messi sabe que pudo jugar los últimos cuatro partidos
de las Eliminatorias sudamericanas gracias al presidente de la AFA, Claudio
Chiqui Tapia . Dos días después de asumir el mando del fútbol argentino, el
hombre del ascenso firmó la apelación al castigo de cuatro fechas que había
recibido de la FIFA por los insultos al árbitro asistente durante el partido
con Chile, en el Monumental. Messi también reconoce que Tapia estuvo en las
malas y, también, en las peores, como aquella vez que puso la cara y viajó como
jefe de la delegación de la selección olímpica. Ese mismo equipo al que la
propia dirigencia había vaciado, negándole jugadores.
Antes de ser presidente de la AFA, ya era el hincha Nº 1 de
la selección. Más allá del capitán, el plantel le reconoce que "está
siempre", como cuando la selección olímpica sufrió un robo en México, en
la gira previa a los Juegos de Río. Eran tiempos de transición entre la AFA de
Luis Segura y el Comité de Regularización, que encabezó Armando Pérez. Nadie
quería viajar ni poner la cara delante de los jugadores. Salvo Tapia.
El eterno abrazo de Lionel Messi y Chiqui Tapia
El propio dirigente se puso al frente las refacciones del
predio de la AFA en Ezeiza para que el plantel pudiera entrenarse en mejores
condiciones. "Su relación es cercana con todos. Es uno más", agrega
un dirigente que sabe del fanatismo de Tapia por la camiseta albiceleste desde
hace años. Tapia anhela ser el presidente de la AFA que reciba con los brazos
abiertos a un seleccionado argentino campeón del mundo. Y si el capitán es
Lionel Messi, mucho mejor. "La Pulga es su debilidad", coinciden en
las oficinas de la calle Viamonte.
"Nunca vi a un futbolista abrazarse con el presidente
de la AFA como Messi con Tapia. Ni siquiera a Maradona con Grondona",
contó un testigo de ese momento, inmortalizado por las cámaras que había en el
vestuario Atahualpa, de Quito. Futbolista y dirigente hablan a menudo por
Whatsapp, según reconocieron cerca del presidente. "La relación entre
ambos es buenísima. Messi no se olvida ni de la apelación ni de que el primer
viaje que hizo como presidente fue a Barcelona para reunirse con él",
recuerdan en el espacio político que apuntaló su candidatura.
Antes y después de asumir, Tapia mantuvo el control del
departamento de Selecciones, que integra desde 2011. Mantuvo a Jorge Miadosqui
como secretario del área, pero Tapia hace y deshace. Disfruta cuando está cerca
de los planteles, sean de la categoría que sean. Esa pasión por los colores es
la que premió Messi en Ecuador con un abrazo para la historia. Un gesto que
sorprendió incluso a aquellos que acompañaron a la delegación.
Fuente Cancha Llena La Nación
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