Eduardo Edmundo Seval / Diario Popular
El equipo de Holan recibe a las 21.45 a Deportes Iquique en
busca de una victoria para ir tranquilo a la revancha que se disputará el 2 de
agosto. Jugar de local para el Rojo es todo un desafío.
El fútbol obliga a poner siempre los pies sobre la tierra, y
a no extenderse demasiado ni en celebraciones, cuando la mano viene bien, ni en
lamentos, si las cosas salen al revés de lo esperado. En el caso de
Independiente, ya archivó las penas que le quedaron tras ese cierre de
campeonato donde no pudo asegurar su presencia en la próxima edición de la Copa
Libertadores, y hoy, en Avellaneda, comenzará a buscar el pasaje para los
octavos de final de otra Copa: la Sudamericana. A las 21.45 se jugará el partido
de ida ante Deportes Iquique, en un enfrentamiento que tendrá su revancha el 2
de agosto en Chile y que determinará quién se medirá en la siguiente instancia
contra Atlético Tucumán u Oriente Petrolero de Bolivia.
El torneo local ofreció números muy contundentes, los cuales
mostraron la notable eficacia del Rojo bajo la conducción de Ariel Holan (una
sola derrota, frente a Boca en la Bombonera) y, paralelamente, un defecto que
no pudo corregirse: la falta de precisión, puntería y algunas veces de imaginación
para vulnerar al rival de turno en el estadio Libertadores de América. De
local, Independiente perdió puntos muy valiosos, que le pasaron una dolorosa
factura y que frustraron objetivos muy importantes. Incluso en el anterior
cruce por esta misma Copa Sudamericana, el equipo de Holan superó a Alianza
Lima luego de dos resultados que confirmaron la “costumbre”, porque en su
estadio recogió una igualdad en cero que lo dejó preocupado, pero ganó 1-0 la
revancha en Perú y siguió en carrera.
De cara al encuentro de ida ante Deportes Iquique, el hincha
rojo se pregunta si Independiente por fin responderá a pleno en casa y
conseguirá encarrilar la clasificación. Los chilenos, que vienen de la
Libertadores (obtuvieron 10 unidades y terminaron en el tercer puesto del Grupo
8, detrás de Gremio y de Guaraní), afrontarán la primera parte de la llave
pensando en llevarse “algo” esta noche, para aguardar con ilusión el desquite,
que se disputará en Calama, a 2.400 metros sobre el nivel del mar.
Fuente Diario Popular
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