Tagliafico fue el corazón del Rojo.
Por Jonathan Wiktor
Independiente afrontó uno los partidos más complejos del
semestre, ya que la caída con Boca, la primera del ciclo Holan, podía haberlo
sacado de su eje. Pero el Rojo, que lucha por un lugar en la próxima Copa
Libertadores, construyó un triunfo vital, ante un rival difícil como Defensa y
Justicia y en un terreno hostil. Fue 2-1 tras estar abajo, con goles de Nery
Domínguez y Sánchez Miño y el corazón de Tagliafico, que volvió de Singapur el
miércoles por la noche.
Defensa y Justicia lanzó varios mensajes en el amanecer del
duelo postergado por la 22» fecha. Atrevido, sin complejos, el local necesitó
apenas unos minutos para poner en marcha una estructura pensada para poblar el
medio campo y aprovechar el ancho del terreno. Tuvo su premio tras una jugada
de pelota quieta que capitalizó Barboza.
Pero más oportuno fue lo que vino poco
después: casi sin respiro, Nery Domínguez capturó un filoso centro atrás de
Rigoni y fulminó a Arias.
Independiente, ya más lúcido, creció hasta adueñarse
del encuentro.
En la segunda parte, el equipo de Avellaneda pareció más
organizado. Pero perdió la pelota muy pronto. El dominio bajó su calor hasta
apagarse.
A los 22 Bouzat tuvo una de las más claras del partido, cuando quedó
frente a Campaña, que ganó el mano a mano.
Hasta que Tagliafico, el líder de
este equipo, ganó una pelota en la mitad de la cancha y desató la jugada de la
noche. Entre Barco y Sánchez Miño, que definió con maestría, le dieron forma a
una victoria decisiva.
Fuente Cancha Llena
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