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martes, 20 de junio de 2017

La teoría de la relatividad



Por Lucas Campos

La velocidad de la luz es constante, en cualquier momento y lugar. Como las ganas los hinchas de Independiente de jugar la Copa Libertadores De América. En un gran contexto se iban a contar historias diferentes. El que quiere más y el necesitado de lo mínimo. El Rojo y Olimpo, en un partido muy lindo para ver pero feo para sentir.

La luz reflejó los brazos de Nicolás Tagliafico en una hermosa tarde del día del padre y los Rojos saludaron hacia los 4 costados. “Vení viejo, que ya arranca el partido” se escuchó en varios puntos del país. La primera parte se debatió entre buenos pases de Nery Domínguez y malos movimientos de Martín Benítez. Los once locales jugaban en tiempos diferentes y en espacios diferentes.

Sin embargo, otro de los deseos se cumplió. El Flaco Albertengo la enganchó con el dedo gordo y la mandó al fondo de la red. Gol de ese buen pibe al que todos quieren y arriba Independiente 1 a 0. Al descanso en zona de Libertadores. Todas las cosas eran sonrisas.

En el complemento Olimpo sacó a la luz la teoría de la relatividad. En donde el espacio y el tiempo se modifican según el contexto. Así, como en la teoría, los jugadores del Rojo se veían bajo la misma luz pero en diferentes lugares y minutos, desconectados de todo y de la chance de jugar la Copa. A los 5 minutos Rodríguez pateó de cabeza. Sí, pateo porque el cabezazo fue con una fuerza descomunal y puso el 1 a 1.

Independiente no pudo hacer nada para llevarse el partido. El espacio y el tiempo fueron diferentes pero la calentura era la misma en todos lados. Una gran chance se desperdició en Avellaneda. La relatividad indica que para el Rojo el espacio y el tiempo son mejores fuera de casa, donde no hay rival que lo supere. Siendo así, vayamos partiendo para Santa Fe


Fuente De la Cuna al Infierno

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