Por Walter Linovich @WalterLinovich
Después de un buen primer tiempo en el que se fue abajo
injustamente en el marcador, Independiente fue un desastre en el segundo tiempo
y perdió por goleada 3-0 ante un flojísimo All Boys que no contó con más de la
mitad de sus titulares por lesión.
La actuación del equipo de Cristian Díaz, que perdió su
segundo partido en fila, fue preocupante.
Se encienden las alarmas.
Después del buen inicio del ciclo de Díaz como DT, con
victorias épicas como las de Boca y Racing, el “Rojo”, que necesita sumar para
engrosar su promedio para la temporada que viene, completó su segundo partido
consecutivo con derrota y puso un manto de incertidumbre en sus hinchas.
El primer tiempo fue insólito.
All Boys estuvo metido los 45 minutos en su campo sin
proponer nada, pero aprovechó una de las dos acciones de riesgo que tuvo y se
fue en ventaja gracias a la definición de un Martín Morel que dejó en ridículo
a la endeble defensa de Independiente.
El equipo de Díaz fue el protagonista exclusivo de la
primera etapa.
Tuvo la pelota y fue el que propuso en todo momento, pero
también cometió graves errores atrás y lo terminó pagando caro.
Después de varias insinuaciones de Independiente, incluso un
tiro en el travesaño de Monserrat, la visita se adelantó.
Sacó Nicolás Cambiasso desde su arco, Mauro Matos le ganó en
el salto a Leonel Galeano, Martín Morel hizo lo propio ante Carlos Matheu y
luego el ex Tigre definió tres dedos a la salida del arquero para poner el 1-0.
Y casi hace el segundo tras un lateral que otra vez lo
centrales defendieron mal, pero la pelota pasó cerca.
Independiente no se desesperó por el tanto del albo y siguió
atacando por los costados, pero a pesar
de ser claro y llegar con facilidad, siempre falló en la última puntada.
Así, entre Cambiasso y la falta de puntería, el “Rojo” no
pudo marcar y se fue al descanso perdiendo y lleno de bronca.
El complemento fue una pesadilla.
Si bien Independiente insinuó con una recuperación en los
primeros instantes, cayó luego en una mediocridad absoluta en su juego y All
Boys, con muy poquito, logró anotar dos goles más para llevarse una goleada tan
histórica como inesperada de 3-0. Rudler y Matos fueron los verdugos.
Esta caída, la segunda consecutiva recibiendo tres goles,
tiene que ser un antes y un después para Díaz y sus dirigidos.
Algunos jugadores dieron muestras de que no están para la
primera de Independiente y habrá que revisar si la manera de defender que tiene
el “Rojo”, más allá de las ausencias de hoy, es efectiva.
Pero esto nunca más.
Fuente Muy Diablo
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