La historia detrás de la lucha
Lo de cantero no es casualidad. El presidente del Rojo
comenzó a prepararse en el tema violencia desde mucho antes de asumir el cargo.
Su vinculación con Salvemos al Fútbol.
Por: Alejandro Wall
Mónica Nizzardo miraba un partido del Mundial de Sudáfrica
cuando sonó el teléfono.
Jugaba México.
Al atender, la presidenta de Salvemos al Fútbol, una
organización que lucha contra la violencia en las canchas, escuchó una voz
masculina y se sorprendió.
¿Quién era ese hombre que la llamaba en medio del partido?
Era Javier Cantero, que todavía tenía lejos el sillón de
presidente de Independiente pero ya comenzaba a prepararse para ocuparlo.
Y empezaba, tal vez,
por lo más difícil: la pelea contra la barra brava.
Cantero conoció la historia de Newell’s: la lucha de los
autoconvocados contra la dictadura de Eduardo López, que tenía en la barra
brava a su brazo armado.
Se reunió con ellos y también con Nizzardo, la mujer
que recorría las calles rosarinas para ayudar a la organización de los hinchas
leprosos.
También era la que había denunciado a la barra de
Independiente –junto con el ex juez Mariano Bergés– por una apretada al plantel
hace tres años.
Aquella vez, en Tucumán, los barras se habían alojado en el
mismo hotel que jugadores y dirigentes.
Un tiempo después, Cantero se reunió con Nora, la mamá de
Christian Rousoulis, el hincha de Independiente asesinado por barrabravas de
River el 22 de diciembre de 1996.
Ahí, en esa charla, Cantero se encontró cara a cara con los
efectos de la violencia en el fútbol.
A Nora le contó que quería ser candidato a presidente y se
comprometió a ayudarla en su búsqueda de justicia.
Cantero no es un improvisado en la lucha que lleva adelante
contra la barra brava de su club.
Sabía que sería la tarea más compleja, pero también la más
necesaria.
Cantero le ganó las elecciones a Cacho Álvarez, ex
intendente de Avellaneda, pero también a la barra brava.
Apenas asumió escuchó a la gente de Salvemos al Fútbol. “No
podés recibir a los barras solos, tenés que hacer reuniones de socios abiertas
y si ellos son socios te las tenés que bancar. Si tenés que regalar entradas,
que sea a todos los socios por igual. No hay que hacer diferencia. Y que te
acompañen los socios”, le dijeron.
Cantero siguió esos pasos.
Cuando les compró banderas a la barra, reconoció su error.
“Les está sacando la caretas a todos”, dice Nizzardo. Pero
reclama apoyo del fútbol argentino: “Tiene que haber una reunión de todos los
dirigentes, de todos las autoridades, pero no lo hacen, no dan apoyo público.
Están todos escondidos.”
Fuente Tiempo Argentino
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